Si bien un paciente siempre puede demandar, y no hay nada que se pueda hacer para evitar que alguien que quiera demandar demande, sí existen ciertas cosas que se pueden hacer para disminuir el riesgo de que la demanda sea acogida, e intentar que esta sea rechazada.
A continuación, veremos los tres puntos más importantes para precaver demandas de negligencia médica.
1. Mantenerse actualizado y actuar con la máxima diligencia posible
Si bien suena bastante obvio, es importante tener en mente que el estándar que se les exige a los médicos es muy alto. Si es que un médico no actúa conforme a los conocimientos y prácticas de la ciencia médica que sean aceptados para el caso del que se trate, la actuación se considerará negligente. Por lo tanto, hay ciertos resguardos que pueden tomarse para evitar caer en actuaciones negligentes:
- Si el caso escapa de tus capacidades o conocimientos, no dudes en derivar oportunamente el caso. La conducta diligente cuando el caso debía ser tratado por un especialista, o en un centro médico de mayor complejidad, es justamente derivar oportunamente.
- Si es que estás experimentando cansancio, fatiga, ansiedad o cualquier estado que no te permita desempeñarte efectivamente, notifica a tu superioridad y busca que un equipo médico fresco y atento se dedique al caso mientras tú te recuperas. Desde luego, esto no siempre es fácil, especialmente cuando hay casos urgentes, pero cuando se puede hacer, es conveniente.
- No prestes atenciones sin examinar debidamente al paciente. Siempre realiza un examen completo y deja adecuado registro de ello en la ficha clínica.
- Por lo mismo, evita las atenciones de pasillo, por WhatsApp, por teléfono o en contextos sociales. Si alguien solicita tu opinión médica, lo mejor es solicitarle que agende una hora contigo, para poder realizar los exámenes y estudios que sean de rigor y llevar una detallada ficha clínica. Si hay cualquier problema, pueden demandarte igual, aunque sea una atención médica gratuita realizada por WhatsApp.
- Revisa y actualiza el estado de tus conocimientos médicos con periodicidad. Mantente siempre al día con lo más reciente y aceptado en materia médica.
- Si un tratamiento, intervención o diagnóstico no te parece, manifiesta tu desacuerdo y, dentro de tus capacidades, déjalo por escrito e intenta establecer un diagnóstico diferencial.
Desde luego, hay muchas acciones y precauciones más que pueden adoptarse para minimizar los riesgos de negligencia, pero estos son puntos mínimos que deberían guiarte para intentar evitar lo máximo posible que alguna demanda en tu contra pueda tener éxito.
2. Ficha clínica
El documento más importante en un juicio de negligencia médica es la ficha clínica del paciente. En términos simples, lo que no está en la ficha es muy difícil de probar, por lo que es importantísimo llevar un detallado y completo registro de toda la atención médica en la ficha.
Es importante incluir todos los antecedentes en la ficha: exámenes realizados, resultados, información entregada al paciente, prescripciones, tratamientos, procedimientos, etc. Nada es insignificante y mientras más completa esté la ficha, mejor.
Cuando llegue el momento del juicio, agradecerás tener una ficha completa, ya que con ella podrás probar todo lo que hiciste, dijiste y realizaste. Si, por ejemplo, no anotas en la ficha que se realizó el examen físico al paciente, o que se le indicó que un medicamento debía tomarse an ayuno, te será muy difícil en el juicio poder probar esos hechos.
3. Seguro al día
Tener un seguro de responsabilidad civil médica al día es muy útil. En caso de una demanda, no tendrás que preocuparte de casi nada, ya que el seguro prestará abogados para tu defensa. Asimismo, incluso en caso de perder el juicio, el seguro será quien pague, y no tú.
Por tanto, tener un seguro al día te desprende de gran parte del estrés de una demanda de negligencia médica.
Sin embargo, de todos modos, es importante que actúes de la manera más diligente posible y que lleves una adecuada ficha médica, ya que si es que existe un juicio por responsabilidad criminal en paralelo, es mejor estar cubierto de la eventualidad de un mal resultado.
Conclusiones
Si bien es imposible evitar que un paciente demande, sí pueden tomarse ciertas medidas de resguardo, para minimizar el riesgo de un mal resultado en el juicio. Dentro de las medidas más importantes, destacan asegurarse de siempre prestar la máxima diligencia, de llevar una ficha médica completa y detallada, y de tener un seguro de responsabilidad civil médica al día.
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